lunes, 30 de julio de 2012

Brazalete olímpico






Los aros olímpicos se empezaron a utilizar en 1914, en el Congreso Olímpico de París. Se eligieron estos colores, sobre fondo blanco, porque al menos uno de ellos está presente en todas las banderas de los países participantes. Sin embargo, siempre se asocia cada color con un continente: azul para Europa, amarillo para Asia, rojo para América, negro para África y verde para Oceanía (una interpretación de los aros rechazada por el Comité Olímpico Internacional).

Estos aros suavecitos, de algodón Natura de DMC, están tejidos con el tricotín. A Cobi le quedan estupendamente, pero lucidos en la muñeca a modo de brazalete tampoco están nada mal.

viernes, 27 de julio de 2012

Desenfunda las tijeras!








Hace unos meses aprendí a coser a máquina, algo que tenía pendiente desde hace tiempo. Conseguí una plaza en el curso de costura de supervivencia de la Casa de la Mujer de Zaragoza, (atención a sus cursos, buenos, bonitos y gratis) y tuve tres meses para cogerle el truco al pedal, la canilla, la tensión del hilo...

Uno de los proyectos que hicimos en clase fue una funda para las tijeras. Unas buenas tijeras son básicas y te pueden durar toda la vida (las de mi madre tienen más años que yo y ahí están, estupendas). Las mías, de la mítica marca Tres Claveles, las compré en la Cuchillería San Gil de Zaragoza, donde también las afilan. 

La tela de flores es de Nunoya (oh qué sorpresa) y la verde es de una tienda de patchwork de Zaragoza. Agradezco a mis tijeras su colaboración, por posar desinteresadamente a pesar de su timidez.

martes, 24 de julio de 2012

Babero de señorona




Este collar asusta un poco de primeras, por lo señorón que es. Pero una vez puesto, la cosa cambia. Le da un punto al típico vestido sosaina de H&M, te puede servir de babero y disimula los escotes demasiado pronunciados (que una tiene ya una edad, ay).

Para hacer éste, utilicé algodón Natura de DMC, en concreto el color agatha (número 44).
El patrón está aquí. Que no cunda el pánico: vale que la página está en ruso y que el esquema parece muy lioso a primera vista, pero con un poco de paciencia se consigue, y no es tan difícil. Yo no le puse abalorios y lo hice con un ganchillo pequeño, para que quedara más apretadito. Le puse una cadenita, pero también se puede cerrar con una cadeneta de ganchillo. Y lista para ir a la recepción en casa del embajador. ¡Ambrosio, mi visón!

yo quiero ser señoooora, salir de casa con estooola...



viernes, 20 de julio de 2012

El verano del dragón




He aquí al único animal mítico del horóscopo chino, el dragón. Los amigos chinis asocian estos bichos con la fuerza, la salud, la armonía y la buena suerte. Para atraer la suerte y repeler a demonios y espíritus malignos, los colocan encima de las puertas o en el techo.

Me temo que este dragón de amigurumi no es lo suficientemente fiero como para ahuyentar ni a un mosquito, pero, ¿cuando hay monez, qué más da que te ataque un poltergeist?

El patrón está disponible de manera gratuita en All About Ami. Para el mío, utilicé algodón Natura de DMC, fieltro blanco y ojos de seguridad. No le puse cuernos, y le veo pinta de tritón, pero imagino que en una fiesta loca dragona nadie estaría en condiciones de darse cuenta...


martes, 17 de julio de 2012

Tapestry crochet: qué y cómo






Retomo el blog (y prometo serle más fiel a partir de ahora) con esta cartera que terminé hace unas semanas. Está hecha utilizando la técnica del jacquard o "tapestry crochet". Básicamente, consiste en ganchillear con dos hebras a la vez: con una de ellas hacemos el punto, mientras la otra la "escondemos" dentro del punto. De este modo, al cambiar de color no quedan cabos sueltos, y la labor queda igual por el lado de dentro y por el de fuera.

Dicho así, parece complicado, pero es bastante sencillo cuando se le coge el truco. Aquí y aquí hay un par de tutoriales interesantes. Están en inglés, pero en las imágenes se ve muy clarito.

El patrón para esta cartera se puede descargar de forma gratuita en esta página. Para la mía, utilicé algodón y una tela de Ikea como forro (algún día hablaré de las telas de Ikea, que no me pueden gustar más).